lunes, 1 de junio de 2009

DALMATA



  • Los dálmatas constituyen una raza de perro cuya característica principal es su piel cubierta por manchas, que, a pesar de la creencia popular, no tienen por qué ser negras, también los hay con manchas limón, marrón y posiblemente en otros colores o combinaciones debidos a fallos genéticos.
    Al nacer, la cría no tiene manchas, y conforme crece, las manchas van apareciendo por todo su cuerpo, este proceso termina en torno al primer año.

Esta raza de perros está hecha por animales con buena musculatura de tamaño medio con una gran resistencia, tiene un cuerpo similar al Pointer. El pelaje es duro, corto y denso, de color blanco con manchas negras o marrones situadas aleatoriamente. Los pies son redondos con dedos bien arqueados y las uñas son blancas o del mismo color que las manchas. La trufa (nariz) es del mismo color que las manchas. Los ojos son marrón oscuro o ámbar. Las orejas son blandas, afinándose hacia la punta, las llevan dobladas sobre sí mismas cayendo hacia delante. Cuanto mayor sea la definición de las manchas, equitativa su distribución y tamaño (manchas grandes en el lomo haciéndose más pequeñas hacia la ingle) más valorado será el perro.
En ocasiones es un perro terco y difícil de entrenar, por lo que es una raza poco apropiada para los principiantes.

En general, y a diferencia de otras razas, no tiene el instinto de complacer a su dueño; por su carácter rebelde y juguetón, y ya que se aburren fácilmente, se requiere estímulo constante, uso de premios, y el establecimiento de una correcta jerarquía de manada, técnicas que por lo general sólo están al alcance de entrenadores experimentados.

Lloran con inconsolables aullidos cuando se encuentran solos.
Su
sociabilidad animal se inclina más hacia los caballos.
Debido a su
complexión muscular, es el perro de mayor condición física en carrera de
resistencia.
Por su débil sistema de inmunidad, son los más propensos a
enfermedades, y los menos resistentes también.
Contrariamente a los otros
perros, –entre las personas a su disposición– el Dálmata escoge su propio amo.
Se valen de muy elaborados ardides para conseguir una atención constante.
Casi nunca ladra. Solamente cuando es realmente necesario.
Constantemente se mantienen mudando su pelo a diferencia de las demás razas
que sólo lo hacen una vez al año.
Es visible la atención que dedica en
estudiar y conocer a cada persona.
Tiene gran habilidad para reconocer a las
personas, difícilmente olvida un rostro.
Puede detectar malas inteciones.

http://www.youtube.com/watch?v=OQ7RL_jEGVI&feature=related

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